domingo, 23 de agosto de 2009

Un cuento: "El gobierno local y las tres turboglorietas" (El Progreso nº 18)

Nuestro gobierno local, llevaba tiempo dándole vueltas a un asunto. Necesitamos un proyecto de envergadura para que los ciudadanos vean que hacemos cosas. Los viales de Peñaflor son un proyecto de IU; La Escuela de Música en el Sagrado Corazón….también es un proyecto de IU, La Gran Superficie en el Charcón…de IU. El Plan de Fachadas de IU ¡Por favor, qué difícil!
Entonces, a alguien se le iluminó la bombillita de las grandes ideas (probablemente a nuestro culto y viajado concejal de tráfico el Sr. Arias):
-Vamos a hacer 3 TURBOGLORIETAS en la carretera nacional.
Y ni cortos ni perezosos, de los casi 2 millones de euros del plan Zapatero, deciden gastarse 700.000 € (que sepamos) en las susodichas TURBOGLORIETAS.
En octubre de 2008, Rey, Arias y Cuevas (menudo tridente) presentan a bombo y platillo y con gran despliegue de medios, su obra estrella:¡¡¡LAS TURBOGLORIETAS!!!
-Solo las hay en Holanda (¡¡OH!!). -Únicas en España (ahora ya sabemos porqué) y no son redondas (¡¡maravilla de maravillas!!).
Nos dijeron que iban a mejorar el tráfico y la seguridad vial (¿¿Cómo??).
Desde IU les dijimos que la carretera nacional es competencia de Fomento y por tanto, de hacerse la obra, deberían pagarla ellos, o sea, dicho coloquialmente, “pa que te metes onde naide te llama”. También les dijimos que esos 700.000 € deberían utilizarse en cosas más necesarias para el concejo, que las hay. Y que en la encuesta realizada en su Plan de Reordenación del Tráfico, sólo un 15% de los vecinos eran partidarios de hacer las glorietas (perdón, turboglorietas). Pero para el ilustrado señor Arias, nuestras razones (compartidas por una gran parte de los vecinos) son pura envidia, porque éramos nosotros los que las queríamos hacer, o sea “chincha revincha” que decíamos cuando éramos críos (¡qué razonamiento más profundo!)
Deciden seguir con la obra, y como nos dijo el Alcalde en la presentación:
-No la va ha hacer cualquiera, no señor, será una EMPRESA DE INGENIERÍA ESPECIALIZADA EN TRÁFICO URBANO (¡Qué nivel!).
Y ahora la pregunta del millón: ¿dónde han estudiado los ingenieros de la empresa de ingeniería especializada en tráfico urbano? (misterio, pero estudiaran donde estudiaran, copiaron en el examen). La famosa empresa es Constructora Hispánica (lo de famosa viene a cuento porque está implicada en la trama de corrupción Gürtel). ¿Hay algún ciudadano de Grado que no se diera cuenta de que estaban haciendo mal la rotonda del parque (perdón, turboglorieta) nada más empezar la obra? Pero, con aquellas isletas tan enormes ¿por dónde iban a pasar los camiones y autobuses? Se le preguntó al ínclito señor Arias en un Pleno y contestó:
-Para diseñarla se hicieron pruebas con vehículos de 14 metros. (mentirosillo, mentirosillo, entonces ¿Por qué no caben?). Hubo que parar la obra y volver a empezar (así, hasta tres reformas).
Lógicamente, ante el desastre de la obra (¿Porqué no hay ningún responsable municipal que vigile y controle su marcha?) empiezan las quejas vecinales.
-¿Para qué se hacen estos “jardines” si no queda paso para la gente? Los bordillos son más altos que las aceras ¿Qué va a pasar cuando llueva?. ¿Dónde están las zonas de carga y descarga para los comercios de la zona? (y así un sin fin de preguntas sin respuesta).
Nuestro diligente señor Arias se reúne con los comerciantes para escuchar sus quejas (que democrático) pero no le gusta lo que le dicen y resuelve el asunto sin contemplaciones:
-Son ustedes unos incultos y tienen que viajar más (se supone que a Holanda a ver las glorietas, perdón, turboglorietas) .
La famosa empresa realiza las obras aprisa y corriendo y faltando a las más elementales normas de seguridad. (En las Dos Vías no quedaba más remedio que pasar por el medio de la obra. En la Cruz, es tal el estado de las cosas que, ante la denuncia de CC.OO., la Comisión de Prevención de Riesgos del Principado realiza una inspección de la obra encontrando numerosas irregularidades: “ausencia de pasos adecuados para viandantes y de señalistas”, “interferencias de maquinaria de obra, tráfico rodado y peatones”…)

En fin, cuando estén terminadas se darán cuentan (los demás ya lo sabemos) que no eran necesarias, que se ha gastado casi un 1millón de euros en una obra que tenía que ser gratis, y que en vez de resolver problemas de circulación los crea.

Podríamos terminar este cuento (que tal parece) con las palabras que un magistral cómico como Groucho Marx dedica a algunos políticos: “tienen el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados”.

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